The beginnings of charreria arrived in Mexico with Spanish conqueror Hernando Cortes and the first horses on April 21, 1519. The events of the charreada competition grew out of the skills required for working with cattle and horses on the big haciendas that the Spaniards established.
A charro is much more than a rodeo contestant. Becoming a charro and competing in a charreada are expressions of a way of life called charreria. Charreria also celebrates the close bonds of family and community. And, because of the roles charros have played in their history, it sustains strong patriotic feelings in Mexicans wherever they live.
Although today charreria is considered a sport, in many regions it is still a way of life that is passed from generation to generation. That’s why it is perhaps one of the most authentic and beautiful traditions. The charro shoulders the responsibility of being the example of nationalism and a symbol of a people’s identity.
The practice of his sport demands strength and vigor. He is brave and always ready for a challenge,but at the same time is sensitive to the camaraderie that invigorates every encounter with friends. A charro is sensitive to everything that surrounds this sport, since it is his art.
Among the charro community, there is an honor code that includes special values, such as the love of country, family ties and a sense of honor, among others. As a charro poet said: “To dress as a charro is to put on Mexico’s clothes.”
Los principios de la charrería llegaron a Mexico cuando el conquistador español Hernán Cortés y el primer caballo el 21 de abril del año 1519. Los eventos de la competencia charra crecieron de las habilidades necesarias para trabajar con ganado y caballos en las grandes haciendas que establecieron los españoles.
Un charro es más que un competidor de rodeo. Llegar a ser charro y competir en una charreada son expresiones de un estilo de vida llamada charreria. La charrería celebra la fuerte unión familiar y su comunidad. Debido a los ejemplos que los charros han sembrado en la historia, se mantiene muy fuerte el orgullo patriótico entre los mexicanos, dondequiera que vivan.
Aunque hoy, la charrería se considera un deporte, en muchas regiones se mantiene como un estilo de vida que es pasada de generación a generación. Ésta es una de las razones por cual la charrería es una de las tradiciones más bellas y auténticas que existen. El charro carga la responsibilidad de ser el ejemplo del nacionalismo y el símbolo de la identidad de todo un pueblo.
La práctica de este deporte require fuerza y ánimo. Él será siempre valiente y listo para cualquier reto, pero al mismo tiempo es sensitivo al compañerismo que fortifica cada encuentro entre amigos. Un charro es muy sensible sobre todo lo que rodea a este deporte, ya que es su arte.
Entre la comunidad charra existe un codigo de honor que incluye valores especiales, tal como la lealtad a su patria y enlaces de familia con un sentido de honor. Tal como dijo un poeta charro: “Vestirse de charro es vestirse de Mexico.”